La Creación de Cristo
- israelitasdelpacto77
- 16 feb 2015
- 33 Min. de lectura
¿Yo que hago parir, no pariré? dijo Jehová. ¿Yo que hago engendrar, seré detenido? dice el Dios tuyo. Isaías 66: 9.
Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú. Yo te engendré hoy. Salmos 2: 7.
Porque ¿á cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, Hoy yo te he engendrado? Y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? Hebreos 1: 5.
Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fué hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. San Juan 1: 3, 4, 5.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él. 1ra Juan 5: 1.
En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo. Hebreos 1: 2.
El contrato para crear a Cristo, la Ley hecha 430 años después no invalida la promesa.
Eso significa un contrato para crear a Cristo. La carne: es el hombre, El Espíritu Santo: es de Dios.
Por eso dice el Espíritu Santo: Tú escribiste el libro de Ezequiel.
Y Dios me pregunta: ¿Cómo vino Jesús?, y respondí: Jesús vino en espíritu y se encarnó, tomó carne y nació, el Señor me dijo: ¡Bien has dicho!
Esto pues digo: Que el contrato confirmado de Dios para con Cristo, la ley que fué hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. Gálatas 3: 17.
El Verbo fue hecho carne, nacido de mujer. Dios manifestado en carne.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. San Juan 1: 14.
Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley. Gálatas 4: 4.
Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado a los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria. 1ra Timoteo 3: 16.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo. Hebreos 2: 14.
Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne. Romanos 8: 3.
La primera venida de Jesucristo: Estaba escrito, en el vientre de María, se vistió el Espíritu Santo y tomó carne.
Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel. Isaías 7: 14.
Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. San Lucas 1: 31.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre: Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin. San Lucas 1: 32, 33.
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón. Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios. San Lucas 1: 35.
El Espíritu Santo estaba germinando en el vientre de María y edificaría el templo de Jehová.
Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es Pimpollo, el cual germinará de su lugar, y edificará el templo de Jehová. Zacarías 6: 12.
Pimpollo, es el siervo de Jehová.
Escucha pues ahora, Josué gran sacerdote, tú, y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones simbólicos: He aquí, yo traigo a mi siervo, el pimpollo. Zacarías 3: 8.
¿Qué significa germinará de su lugar?, escudriñando de Zacarías 6: 12.
Ninguno vió a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. Exodo 10: 23.
Eso significa que no conocieron a su prójimo, Así como uno está en el vientre de su madre, desde afuera no se conoce, Así también se cumple con uno. El Espíritu Santo se vistió con carne, esa carne es el templo, es Jesús. Jesucristo es esa carne. Su nombre Miguel Arcángel, pero para manifestarse al mundo, toma el nombre de Jesucristo de Nazaret.
¿Y a qué templo se refería? ¡Al templo de su cuerpo! Y no de material noble.
Respondió Jesús, y díjoles: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Más él hablaba del templo de su cuerpo. San Juan 2: 19, 21.
Al tercer día lo levantaré, ¿Y quien fue levantado al tercer día? El Hijo del hombre.
Diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. San Lucas 9: 22.
Cuando muere, ¿Quién se levanta al tercer día? Hecho sin mano, no por voluntad de los hombres, sino por la voluntad de Dios.
Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo que es hecho de mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano. San Marcos 14: 58.
Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, el cual es llamado el Cristo. San Mateo 1: 16.
Y hay que amar al que es engendrado de Dios.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él. 1ra Juan 5: 1.
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. San Juan 1: 13.
Y en él se edificará el Templo de Jehová.
El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y será sacerdote en su solio; y consejo de paz será entre ambos a dos. Zacarías 6: 13.
La gloria de la casa postrera, será mayor que la primera.
La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. Haggeo 2: 9.
Cristo nació y creció, a los 12 años se manifestó a los doctores en el templo, y sus padres lo buscaban.
Y cuando fué de doce años, subieron ellos a Jerusalem conforme a la costumbre del día de la fiesta. San Lucas 2: 42.
Luego estuvo sujeto a sus padres, por espacio de 18 años.
Y descendió con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. San Lucas 2: 51.
Y a los 30 Años, empieza su ministerio hasta que lo mataron. Y después de resucitar estuvo con sus discípulos por un espacio de 40 días y después se fue al cielo.
De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabernáculo del testimonio. Números 4: 3.
Y el mismo Jesús comenzaba a ser como de treinta años, hijo de José, como se creía; que fué hijo de Elí. San Lucas 3: 23.
A los cuales, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoles por cuarenta días, y hablándoles del reino de Dios. Hechos 1: 3.
La segunda venida del Señor Jesucristo, así vendrá: ¡en carne!
Los cuales también les dijeron: Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. Hechos 1: 11.
En esto la gente debe conocer.
En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios: 1ra Juan 4: 2.
Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios: y éste es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo. 1ra Juan 4: 3.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, Y enviará a Jesucristo, que os fué antes anunciado: Al cual de cierto es menester que el cielo tenga hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde el siglo. Hechos 3: 19,20,21.
Es el primero en resucitar de los muertos y tenía que volver él mismo con la finalidad de anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
Que Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los Gentiles. Hechos 26: 23.
Y la voluntad del Padre, que me envió, es que no pierda yo nada de todo lo que él me da, sino que lo resucite en el día final. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final. San Juan 6: 39,40.
¿Y quien tenía que resucitar?, el Hijo del hombre.
Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos. San Mateo 17: 9.
Un hombre, Jesucristo, la carne.
Porque, si por el delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de la gracia, y del don de la justicia. Así que, de la manera que por un delito vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida. Más no como el delito, tal fue el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios a los muchos, y el don de la gracia de un hombre, Jesucristo. Romanos 5: 17,18,15.
¿En qué consiste el pacto? Al irse Jesús, llevó la carne. La carne se lo llevó arriba: Esto significa el pacto.
Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado. San Juan 3: 13,14.
Sobre la carne, Jesús tenía que venir limpio.
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6: 6.
El viejo hombre: Es el anciano de rostro venerable, esa obra de Dios es el nombre de Dios: Uno, el beneficio de Dios es para todos.
El viejo y venerable de rostro es la cabeza: el profeta que enseña mentira, este es cola. Isaías 9: 15.
La Obra de Dios
Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. Salmos 44: 1.
Oh Jehová, oído he tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. Habacuc 3: 2.
Mirad en las gentes, y ved, y maravillaos pasmosamente; porque obra será hecha en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Habacuc 1: 5.
Mirad, oh menospreciadores, y entonteceos, y desvaneceos; Porque yo obro una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la contare. Hechos 13: 41.
Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? Eclesiastés 7: 13.
Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. San Juan 6: 29.
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí: de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre. San Juan 14: 10,11,12.
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro. San Juan 5:17.
Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio de mí; y sé que el testimonio que da de mí, es verdadero. San Juan 5: 31, 32.
Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan: porque las obras que el Padre me dió que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me haya enviado. San Juan 5: 36.
Cristo tenía que resucitar de los muertos.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 1ra Corintios 15: 20.
Santidad era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran pecarán; mal vendrá sobre ellos, dice Jehová. Jeremías 2: 3.
La reencarnación del Espíritu Santo en UNO.
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. San Juan 16: 7.
Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Hechos 1: 8.
En donde se derramaría el Espíritu Santo.
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Hechos 2: 16,17,18.
Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor. Ezequiel 39: 29.
Y sobre quien tenía que reposar el Espíritu Santo.
Y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él. Números 24: 2.
Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. San Lucas 2: 25.
Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. San Juan 1: 26,31,32,33.
El tenía que bautizar con el Espíritu Santo.
He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. Isaías 42: 1.
He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído. Isaías 52: 13,15.
Y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. Isaías 49: 3.
Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos. Isaías 44. 3.
Dios prometió enviar el Espíritu Santo, para juntar almas.
Porque o conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. Isaías 66: 18,19.
Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha. San Lucas 2: 34.
Ese día vendrá a ti uno que haya escapado para traer las noticias. En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo, y hablarás, y no estarás más mudo y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová. Ezequiel 24: 26,27.
El escapado es el Espíritu Santo, y escoge a una persona por señal.
Ezequiel, pues, os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis; cuando esto ocurra, entonces sabréis que yo soy Jehová el Señor. Ezequiel 24. 24.
Hoy en día, el Espíritu Santo es derramado sobre sus hijos e hijas de Dios.
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero Quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. San Lucas 24: 49.
“Hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque”. Isaías 32: 15.
“Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado. Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones”. Joel 2: 27, 28.
“Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación”. 1ra Pedro 1: 20,10.
“Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. Hechos 2. 39.
Ezequiel tenía que volver, por eso dice: Y cuando viniere tomará el reino.
Dijo pues: Un hombre noble partió a una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver. San Lucas 19: 12.
Y volveré a traer a Israel.
Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Ephraim y de Galaad se hartará su alma. Jeremías 50: 19.
Yo le llamé y lo traje.
Yo, yo hablé, y le llamé, y le traje; por tanto será prosperado su camino. Isaías 48: 15.
Así ha dicho el Señor Jehová: ¿No eres tú aquél de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos? Ezequiel 38: 17.
¿Y Dios a quien le llamó?
Oyeme, Jacob, y tú, Israel, llamado de mí: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Isaías 48: 12.
¿Quién obró e hizo esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros. Isaías 41: 4.
Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. Romanos 8: 30.
Yo Jehová te he llamado en justicia, y te tendré por la mano; te guardaré y te pondré por alianza del pueblo, por luz de las gentes. Isaías 42: 6.
Que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir: helo pensado, y también lo haré. Isaías 46: 11.
Empero a los llamados, así Judíos como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduría de Dios. 1ra Corintios 1: 24.
Y sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, es a saber, a los que conforme al propósito son llamados. Romanos 8: 28.
Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Isaías 11: 1.
El hombre de Dios.
Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra. 2da Timoteo 3: 17.
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre. 1ra Timoteo 6: 11.
Y todos los que anduvieren conforme a esta regla, paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios. Gálatas 6: 16.
Ahora descubriré mi justicia.
Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los Ejércitos. Isaías 45: 13.
Tu carne es de este siglo, pero el Espíritu es de los antiguos. Ezequiel murió, pero su Espíritu vino sobre ti y se introdujo al vientre de tu madre.
Dios prometió enviar al Espíritu Santo.
Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré. San Juan 16: 7.
El Espíritu Santo tenía que venir.
Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1: 8.
Con el fin de juntar y ganar almas.
Porque yo entiendo sus obras y sus pensamientos: tiempo vendrá para juntar todas las gentes y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las gentes, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las islas apartadas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las gentes. Isaías 66: 18,19.
El escapado es el Espíritu Santo.
Este día vendrá a ti un escapado para traer las nuevas. En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el escapado, y hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová. Ezequiel 24: 26,27.
Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes que el escapado viniese, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y no más estuve callado. Ezequiel 33: 22.
Por ello Dios pone una señal.
Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel; y para señal a la que será contradicho. San Lucas 2: 34.
Ezequiel pues os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis: en viniendo esto, entonces sabréis que yo soy el Señor Jehová. Ezequiel 24: 24.
La luz.
Aquel era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. San Juan 1: 9.
En el principio crió Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. Génesis 1: 1, 2.
Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. Génesis 1: 3, 4.
Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas. Isaías 10: 17.
Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures los asolamientos de Israel: también te dí por luz de las gentes, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra. Isaías 49: 6.
El Renuevo de Jehová.
En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los librados de Israel. Isaías 4: 2.
Y subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca: no hay parecer en él, ni hermosura: verlo hemos, mas sin atractivo para que le deseemos. Isaías 53: 2.
Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Isaías 11: 1.
He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré a David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. Jeremías 23: 5.
Este misterio es revelado a sus santos.
Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron: y oír lo que oís, y no lo oyeron. San Mateo 13: 17.
A saber, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado a sus santos. A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria.
Colosences 1: 26, 27.
Estudio recopilado de las enseñanzas del Maestro EZEQUIEL ATAUCUSI GAMONAL.
LA CREACIÓN DE CRISTO
¿Yo que hago parir, no pariré? dijo Jehová. ¿Yo que hago engendrar, seré detenido? dice el Dios tuyo. Isaías 66: 9.
Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú. Yo te engendré hoy. Salmos 2: 7.
Porque ¿á cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, Hoy yo te he engendrado? Y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? Hebreos 1: 5.
Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fué hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. San Juan 1: 3, 4, 5.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él. 1ra Juan 5: 1.
En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo. Hebreos 1: 2.
El contrato para crear a Cristo, la Ley hecha 430 años después no invalida la promesa.
Eso significa un contrato para crear a Cristo. La carne: es el hombre, El Espíritu Santo: es de Dios.
Por eso dice el Espíritu Santo: Tú escribiste el libro de Ezequiel.
Y Dios me pregunta: ¿Cómo vino Jesús?, y respondí: Jesús vino en espíritu y se encarnó, tomó carne y nació, el Señor me dijo: ¡Bien has dicho!
Esto pues digo: Que el contrato confirmado de Dios para con Cristo, la ley que fué hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. Gálatas 3: 17.
El Verbo fue hecho carne, nacido de mujer. Dios manifestado en carne.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. San Juan 1: 14.
Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley. Gálatas 4: 4.
Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado a los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria. 1ra Timoteo 3: 16.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo. Hebreos 2: 14.
Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne. Romanos 8: 3.
La primera venida de Jesucristo: Estaba escrito, en el vientre de María, se vistió el Espíritu Santo y tomó carne.
Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel. Isaías 7: 14.
Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. San Lucas 1: 31.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre: Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin. San Lucas 1: 32, 33.
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón. Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios. San Lucas 1: 35.
El Espíritu Santo estaba germinando en el vientre de María y edificaría el templo de Jehová.
Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es Pimpollo, el cual germinará de su lugar, y edificará el templo de Jehová. Zacarías 6: 12.
Pimpollo, es el siervo de Jehová.
Escucha pues ahora, Josué gran sacerdote, tú, y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones simbólicos: He aquí, yo traigo a mi siervo, el pimpollo. Zacarías 3: 8.
¿Qué significa germinará de su lugar?, escudriñando de Zacarías 6: 12.
Ninguno vió a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. Exodo 10: 23.
Eso significa que no conocieron a su prójimo, Así como uno está en el vientre de su madre, desde afuera no se conoce, Así también se cumple con uno. El Espíritu Santo se vistió con carne, esa carne es el templo, es Jesús. Jesucristo es esa carne. Su nombre Miguel Arcángel, pero para manifestarse al mundo, toma el nombre de Jesucristo de Nazaret.
¿Y a qué templo se refería? ¡Al templo de su cuerpo! Y no de material noble.
Respondió Jesús, y díjoles: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Más él hablaba del templo de su cuerpo. San Juan 2: 19, 21.
Al tercer día lo levantaré, ¿Y quien fue levantado al tercer día? El Hijo del hombre.
Diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. San Lucas 9: 22.
Cuando muere, ¿Quién se levanta al tercer día? Hecho sin mano, no por voluntad de los hombres, sino por la voluntad de Dios.
Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo que es hecho de mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano. San Marcos 14: 58.
Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, el cual es llamado el Cristo. San Mateo 1: 16.
Y hay que amar al que es engendrado de Dios.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él. 1ra Juan 5: 1.
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. San Juan 1: 13.
Y en él se edificará el Templo de Jehová.
El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y será sacerdote en su solio; y consejo de paz será entre ambos a dos. Zacarías 6: 13.
La gloria de la casa postrera, será mayor que la primera.
La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. Haggeo 2: 9.
Cristo nació y creció, a los 12 años se manifestó a los doctores en el templo, y sus padres lo buscaban.
Y cuando fué de doce años, subieron ellos a Jerusalem conforme a la costumbre del día de la fiesta. San Lucas 2: 42.
Luego estuvo sujeto a sus padres, por espacio de 18 años.
Y descendió con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. San Lucas 2: 51.
Y a los 30 Años, empieza su ministerio hasta que lo mataron. Y después de resucitar estuvo con sus discípulos por un espacio de 40 días y después se fue al cielo.
De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabernáculo del testimonio. Números 4: 3.
Y el mismo Jesús comenzaba a ser como de treinta años, hijo de José, como se creía; que fué hijo de Elí. San Lucas 3: 23.
A los cuales, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoles por cuarenta días, y hablándoles del reino de Dios. Hechos 1: 3.
La segunda venida del Señor Jesucristo, así vendrá: ¡en carne!
Los cuales también les dijeron: Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. Hechos 1: 11.
En esto la gente debe conocer.
En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios: 1ra Juan 4: 2.
Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios: y éste es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo. 1ra Juan 4: 3.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, Y enviará a Jesucristo, que os fué antes anunciado: Al cual de cierto es menester que el cielo tenga hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde el siglo. Hechos 3: 19,20,21.
Es el primero en resucitar de los muertos y tenía que volver él mismo con la finalidad de anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
Que Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los Gentiles. Hechos 26: 23.
Y la voluntad del Padre, que me envió, es que no pierda yo nada de todo lo que él me da, sino que lo resucite en el día final. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final. San Juan 6: 39,40.
¿Y quien tenía que resucitar?, el Hijo del hombre.
Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos. San Mateo 17: 9.
Un hombre, Jesucristo, la carne.
Porque, si por el delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de la gracia, y del don de la justicia. Así que, de la manera que por un delito vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida. Más no como el delito, tal fue el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios a los muchos, y el don de la gracia de un hombre, Jesucristo. Romanos 5: 17,18,15.
¿En qué consiste el pacto? Al irse Jesús, llevó la carne. La carne se lo llevó arriba: Esto significa el pacto.
Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado. San Juan 3: 13,14.
Sobre la carne, Jesús tenía que venir limpio.
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6: 6.
El viejo hombre: Es el anciano de rostro venerable, esa obra de Dios es el nombre de Dios: Uno, el beneficio de Dios es para todos.
El viejo y venerable de rostro es la cabeza: el profeta que enseña mentira, este es cola. Isaías 9: 15.
La Obra de Dios
Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. Salmos 44: 1.
Oh Jehová, oído he tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. Habacuc 3: 2.
Mirad en las gentes, y ved, y maravillaos pasmosamente; porque obra será hecha en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Habacuc 1: 5.
Mirad, oh menospreciadores, y entonteceos, y desvaneceos; Porque yo obro una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la contare. Hechos 13: 41.
Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? Eclesiastés 7: 13.
Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. San Juan 6: 29.
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí: de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre. San Juan 14: 10,11,12.
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro. San Juan 5:17.
Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio de mí; y sé que el testimonio que da de mí, es verdadero. San Juan 5: 31, 32.
Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan: porque las obras que el Padre me dió que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me haya enviado. San Juan 5: 36.
Cristo tenía que resucitar de los muertos.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 1ra Corintios 15: 20.
Santidad era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran pecarán; mal vendrá sobre ellos, dice Jehová. Jeremías 2: 3.
La reencarnación del Espíritu Santo en UNO.
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. San Juan 16: 7.
Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Hechos 1: 8.
En donde se derramaría el Espíritu Santo.
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Hechos 2: 16,17,18.
Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor. Ezequiel 39: 29.
Y sobre quien tenía que reposar el Espíritu Santo.
Y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él. Números 24: 2.
Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. San Lucas 2: 25.
Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. San Juan 1: 26,31,32,33.
El tenía que bautizar con el Espíritu Santo.
He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. Isaías 42: 1.
He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído. Isaías 52: 13,15.
Y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. Isaías 49: 3.
Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos. Isaías 44. 3.
Dios prometió enviar el Espíritu Santo, para juntar almas.
Porque o conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. Isaías 66: 18,19.
Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha. San Lucas 2: 34.
Ese día vendrá a ti uno que haya escapado para traer las noticias. En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo, y hablarás, y no estarás más mudo y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová. Ezequiel 24: 26,27.
El escapado es el Espíritu Santo, y escoge a una persona por señal.
Ezequiel, pues, os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis; cuando esto ocurra, entonces sabréis que yo soy Jehová el Señor. Ezequiel 24. 24.
Hoy en día, el Espíritu Santo es derramado sobre sus hijos e hijas de Dios.
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero Quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. San Lucas 24: 49.
“Hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque”. Isaías 32: 15.
“Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado. Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones”. Joel 2: 27, 28.
“Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación”. 1ra Pedro 1: 20,10.
“Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. Hechos 2. 39.
Ezequiel tenía que volver, por eso dice: Y cuando viniere tomará el reino.
Dijo pues: Un hombre noble partió a una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver. San Lucas 19: 12.
Y volveré a traer a Israel.
Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Ephraim y de Galaad se hartará su alma. Jeremías 50: 19.
Yo le llamé y lo traje.
Yo, yo hablé, y le llamé, y le traje; por tanto será prosperado su camino. Isaías 48: 15.
Así ha dicho el Señor Jehová: ¿No eres tú aquél de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos? Ezequiel 38: 17.
¿Y Dios a quien le llamó?
Oyeme, Jacob, y tú, Israel, llamado de mí: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Isaías 48: 12.
¿Quién obró e hizo esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros. Isaías 41: 4.
Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. Romanos 8: 30.
Yo Jehová te he llamado en justicia, y te tendré por la mano; te guardaré y te pondré por alianza del pueblo, por luz de las gentes. Isaías 42: 6.
Que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir: helo pensado, y también lo haré. Isaías 46: 11.
Empero a los llamados, así Judíos como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduría de Dios. 1ra Corintios 1: 24.
Y sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, es a saber, a los que conforme al propósito son llamados. Romanos 8: 28.
Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Isaías 11: 1.
El hombre de Dios.
Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra. 2da Timoteo 3: 17.
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre. 1ra Timoteo 6: 11.
Y todos los que anduvieren conforme a esta regla, paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios. Gálatas 6: 16.
Ahora descubriré mi justicia.
Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los Ejércitos. Isaías 45: 13.
Tu carne es de este siglo, pero el Espíritu es de los antiguos. Ezequiel murió, pero su Espíritu vino sobre ti y se introdujo al vientre de tu madre.
Dios prometió enviar al Espíritu Santo.
Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré. San Juan 16: 7.
El Espíritu Santo tenía que venir.
Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1: 8.
Con el fin de juntar y ganar almas.
Porque yo entiendo sus obras y sus pensamientos: tiempo vendrá para juntar todas las gentes y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las gentes, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las islas apartadas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las gentes. Isaías 66: 18,19.
El escapado es el Espíritu Santo.
Este día vendrá a ti un escapado para traer las nuevas. En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el escapado, y hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová. Ezequiel 24: 26,27.
Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes que el escapado viniese, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y no más estuve callado. Ezequiel 33: 22.
Por ello Dios pone una señal.
Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel; y para señal a la que será contradicho. San Lucas 2: 34.
Ezequiel pues os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis: en viniendo esto, entonces sabréis que yo soy el Señor Jehová. Ezequiel 24: 24.
La luz.
Aquel era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. San Juan 1: 9.
En el principio crió Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. Génesis 1: 1, 2.
Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. Génesis 1: 3, 4.
Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas. Isaías 10: 17.
Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures los asolamientos de Israel: también te dí por luz de las gentes, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra. Isaías 49: 6.
El Renuevo de Jehová.
En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los librados de Israel. Isaías 4: 2.
Y subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca: no hay parecer en él, ni hermosura: verlo hemos, mas sin atractivo para que le deseemos. Isaías 53: 2.
Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Isaías 11: 1.
He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré a David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. Jeremías 23: 5.
Este misterio es revelado a sus santos.
Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron: y oír lo que oís, y no lo oyeron. San Mateo 13: 17.
A saber, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado a sus santos. A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria.
Colosences 1: 26, 27.
Estudio recopilado de las enseñanzas del Maestro EZEQUIEL ATAUCUSI GAMONAL.
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